Historia de Harad

Sobre Harad:
Se desconoce del comienzo de la historia de Harad ya que los elfos la rehuyeron cuando el mundo era joven. De las pocas leyendas de los haradrim que han llegado hasta oídos de los sabios, algunas relatan que Harad fue una vez un reino grande y verde antes de que la tragedia se cerniese sobre él, dispersando a sus gentes y convirtiéndose en una tierra árida y agreste.

Antes de la llegada de los Númeróneranos, Harad era una tierra anárquica y díscola ya que a los haradrim no les movía ninguna meta u objetivo común y el territorio de las tribus fluía y refluía como las mareas en la orilla.

Durante la Segunda Edad, los Númeróneanos alzaron la ciudad de Umbar y consiguieron dominar al pueblo haradrim, cuyos caudillos y reyes habían de pagarles tributos. Durante muchos siglos los grandes caudillos haradrim fueron manipulados y manejados por Umbar. Cuando Númenor se corrompió y cayó, Umbar continuó existiendo como una fuente de maldad. Harad no entró en la Última Alianza de hombres y elfos.

En la Tercera Edad, hubo muchas guerras con Gondor y sus reyes. Los hombres de Umbar siempre fueron enemigos de los del norte, por lo que siempre había conflictos. Con el retorno de Sauron como aliado de Umbar, los haradrim volvieron a ser obligados a marchar a la guerra contra Gondor. Estos se habían unido bajo el estandarte de un nuevo líder, Suladân, que buscaba conseguir la libertad del pueblo haradrim frente a Umbar y Gondor, pues soñaba con una Harad libre. Aún así, cayó en los Campos de Pelennor.

Su sueño se haría realidad.

Sobre Harad hoy:
Durante años el pueblo de Harad ha sufrido las continuas invasiones de Gondor. Liberado de la obediencia a Umbar tras la conquista de este puerto por parte del Reino Unificado, Harad comenzó a dirigir su cruento destino. En los más de cuarenta años de guerra los gondorianos se han apoderado de gran parte de las desérticas tierras que comprenden la geografía de Harad. El pueblo haradrim ha permanecido dividido. Sin unirse bajo una misma bandera contra el objetivo común. Hasta ahora.

Cuando Gondor estaba a punto de terminar una guerra ganada con una resistencia flaca, apareció un joven Caudillo. Darío, Señor de Sturlurtsa Khand. Él consiguió unir en una causa común a los caudillos y reyes, creando un ejército jamás conocido en las tierras del sur. Realzando el estandarte del Rey Serpiente y coronado Rey de reyes, inició la reconquista de las tierras perdidas.

El avance fue rápido y brutal. No se sabe el modo exacto en el que los haradrim consiguieron derrotar a los hombres de Gondor con tal facilidad. Algunos rumorean que sus conocimientos del desierto y el terreno fue la clave para la victoria. Otros que envenenaron las fuentes de agua para infundir enfermedades entre las fuerzas enemigas. Aunque ningún gondoriano será capaz de olvidar a los Hâsharii y sus firmes áspides o la mano de hierro del Rey de reyes.

Después de muchas cruentas y sangrientas batallas, los haradrim consiguieron reconquistar en muy poco tiempo el puerto de Umbar y las tierras del Cercano Harad por completo. Incluso el temido Ardaván, el Áspid Negro, consiguió acabar con las fuerzas gondorianas de Harandor y castigar fuertemente a sus enemigos. Ahora, los haradrim han llegado hasta las orillas del Anduin, frente a la ciudad de Pelargir.

Se enviaron emisarios para iniciar unas negociaciones entre los señores de Gondor y los reyes haradrim, dirigidos por Darío. Ellos han accedido a llevar a cabo un consejo de guerra y algunos empiezan a vislumbrar la posibilidad de la paz. Otros aún desean derramar la sangre de sus enemigos en las aguas del Anduin.